viernes, 31 de enero de 2014

La Silvia de plata y Lady Lazarus



"Lo logré otra vez,
Me las arreglo —
Una vez cada diez años.

Especie de fantasmal milagro, mi piel
Brillante como una pantalla nazi,
Mi diestro pie

Es un pisapapel,
Mi rostro un fino lienzo
Judío y sin rasgos.

Descascara la envoltura
Oh, mi enemigo,
¿Aterro acaso? —

¿La nariz, las cuencas vacías, los dientes?
El apestoso aliento
Se desvanecerá en un día.

Pronto, muy pronto, la carne
Que la tumba devoró
Se sentirá bien en mí

Y yo una mujer que sonríe.
Tengo sólo treinta años.
Y como gato he de morir nueve veces.

Esta es la Número Tres.
Qué desperdicio
Eso de aniquilarse cada década.

Qué millón de filamentos.
La multitud mascando maní se agolpa
Para verlos.

Cómo me desenvuelven la mano, el pie —
El gran desnudamiento.
Damas y caballeros.

Estas son mis manos
Mis rodillas.
Soy tal vez huesos y pellejo.

Sin embargo, soy la misma, idéntica mujer.
La primera vez que sucedió tenía diez.
Fue un accidente.

La segunda vez pretendí 
Superarme y no regresar jamás.
Oscilé callada.

Como una concha marina.
Tenían que llamar y llamar
Recoger mis gusanos como perlas pegajosas/

Morir
Es un arte, como cualquier otra cosa.
Yo lo hago excepcionalmente bien.

Lo hago para sentirme hasta las heces.
Lo ejecuto para sentirlo real.
Podemos decir que poseo el don.

Es bastante fácil hacerlo en una celda.
Muy fácil hacerlo y no perder las formas.
Es el mismo

Retorno teatral a pleno día
Al mismo lugar, mismo rostro, grito brutal
Y divertido:

“Milagro!”
Que me liquida.
Luego una carga a fondo

Para ojear mis cicatrices, y otra
Para escucharme el corazón –
De verdad sigue latiendo.

Y hay otra y otra arremetida grande
Por una palabra, por tocar
O por un poquito de sangre

O por unos cabellos o por mi ropa.
Bien, bien, está bien Herr Doktor.
Bien. Herr Enemigo.

Yo soy vuestra obra maestra,
Su pieza de valor,
La bebé de oro puro

Que se disuelve con un chillido.
Me doy vuelta y ardo.
No creas que no valoro tu gran cuidado.

Ceniza, ceniza —
Ustedes atizan, remueven.
Carne, hueso, nada queda 00

Una barra de jabón,
Una alianza de bodas.
Un empaste de oro.

Herr Dios, Herr Lucifer
Cuidado.
Cuidado.

Desde las cenizas me levanto
Con mi cabello rojo
Y devoro hombres como el aire".

miércoles, 29 de enero de 2014

Maldito Maravilloso Celine

"Viajar es muy útil, hace trabajar la imaginación. El resto no son sino decepciones y fatigas. 
Nuestro viaje es por entero imaginario. A eso debe su fuerza.
Va de la vida a la muerte. 
Hombres, animales, ciudades y cosas, todo es imaginado. 
Es una novela, una simple historia ficticia. Lo dice Litré que nunca se equivoca.
Y, además, que todo el mundo puede hacer igual. 
Basta con cerrar los ojos.
Está del otro lado de la vida".

("Viaje al fin de la noche", Louis Ferdinand Celine)

martes, 28 de enero de 2014

Pedro Gabriel oppure nel comincio

En realidad ya no se trata de ello -¿de ello?-, sino de expulsar, de sacar de adentro –o de afuera- lo que sea, lo que es o lo que fue, qué importa.
Es ese terror a lo gigante, a lo aplastante, a padre, o a madre.
Es esa electricidad lo que mantiene estos dedos de acá.

Que sea eso, que no sea nada –y esta maldita doble negación-.